No cabe duda de que nos estamos deslizando hacia una situación económica más difícil a medida que la inflación sigue aumentando. Observar el precio de los huevos, la leche, la carne y el queso en el supermercado es sólo uno de los efectos de la recesión actual que todos estamos experimentando. Una frase que he oído mientras trabajaba en el mundo del crédito es "contracción del crédito". En el blog de hoy nos adentraremos en lo que es exactamente una "crisis crediticia", por qué se produce y cómo podemos afrontarla como consumidores.
¿Qué es la crisis crediticia?
La restricción del crédito se produce cuando la economía se tambalea y se hace más difícil adquirir cualquier tipo de préstamo. Los bancos y otras instituciones crediticias se vuelven recelosos a la hora de prestar fondos a consumidores y empresas, ya que el riesgo de que el prestatario no pague su préstamo es mayor. Esto hace que los tipos de interés se disparen como forma de compensar el riesgo adicional asumido por el prestamista.
A veces también se denomina "restricción del crédito" o "crisis crediticia" y suele producirse independientemente de un cambio repentino de los tipos de interés. Los consumidores que normalmente podrían obtener préstamos para financiar sus compras se ven ahora repentinamente incapaces de adquirir financiación. Debido a estas restricciones, se produce un efecto dominó que hace bajar los tipos de interés a los propietarios de viviendas y disminuye el estímulo financiero a la economía.
¿Cómo se produce exactamente una crisis crediticia?
Cuando los prestamistas se vuelven excesivamente indulgentes en sus hábitos crediticios, más consumidores tienen acceso a préstamos que se espera que devuelvan. A medida que aumenta el número de consumidores, también lo hace la cantidad de préstamos que estadísticamente incumplirán. Una vez que el número de impagos supera cierto porcentaje, los prestamistas se ven obligados a apretarse el cinturón a la hora de clasificar los préstamos seguros. Además de circunstancias similares derivadas de acontecimientos pat (como la recesión de 2008) los bancos están empezando a ver estas similitudes y están empezando a tomar precauciones similares desde el principio en preparación para una situación similar.
¿Qué hacer en caso de crisis crediticia?
Aunque pueda parecer una situación de "date prisa y espera", una crisis crediticia puede ser algo bueno para quienes buscan reparar su crédito actual. Sin la disponibilidad de nuevas líneas comerciales para aquellos con calificaciones crediticias más bajas, una crisis crediticia obligará a muchos a centrarse en sus cuentas actuales. Esto significa pagar las tarjetas, impugnar elementos y practicar hábitos crediticios positivos para intentar elevar sus puntuaciones al "nuevo" nivel aceptable. Esto significa que, una vez que desaparezca la crisis crediticia y la economía vuelva a la normalidad, quienes hayan dedicado tiempo a intentar alcanzar niveles de crédito aceptables se encontrarán en una situación mucho mejor cuando las calificaciones se fijen en un nivel más bajo. No sólo será más fácil obtener financiación, sino que los tipos de interés y las prestaciones serán más aceptables.